Sin filtro

Nos encontramos ante un fútbol, en el que uno de los dirigentes más influyentes del deporte rey, el presidente de la liga de fútbol profesional, se dedica a menospreciar a los aficionados que llegan al futbol profesional, dedicándole lindezas como «personas asilvestradas».
Lejos de empatizar con ellos y alegrarse por la llegada de nuevos equipos, que darán aire fresco, brío y nuevas inversiones; Prefiere denostarlos y faltarles el respeto, marcando las directrices a seguir, mientras estén bajo su tutela.
En su mente debe estar pensando: Que oigan, una cosa es de dónde vienen ustedes, la competición esa sucedánea de la antigua 2ªB y otra es esta, que es el escalón previo a la 1ª división, la mejor liga del mundo con permiso de la premier league.
Aquí el mandamal soy yo y decido si juegan un viernes o un lunes y puedo imponer el horario según el criterio que me apetezca, económico, amiguismo o por el artículo 33, con únicamente horas sobre la hora de comienzo, importándome poco, si tenéis las entradas o viajes contratados.
Claro está, toda esta prepotencia, chulería y malas formas, no saldrían a la luz, de tener presidentes de clubes, que miraran más por sus aficionados de a pie, que de aquellos que están a través de la pantalla.
Esa es la fuerza que tiene este personaje, que los clubes profesionales le apoyan y el pánico que puede tener, es que llegue algún club nuevo al fútbol profesional, que remueva las ideas estancadas de los que ya están y que peligre su millonario sueldo.
Ahora bien hagan una encuesta entre los aficionados de a pie y verán el «cariño» que le tienen. Seguramente si no sale un 100%, sí que saldrá, un noventa y … %
Dicho esto, espero y deseo que el Hércules llegue al futbol profesional, la próxima temporada, a pesar de tener que soportarlo.
Odio eterno al futbol moderno. Deseando la vuelta al futbol de los 90, con horarios preestablecidos, rollos de papel, animación y aficionados que no fans.
¿Tebas por qué no te vas?