La Otra Champions

De verdad que no somos conscientes de la educación y valores que transmitimos a los niños en la práctica del deporte y si es con el deporte rey, fútbol, esto se acrecienta.
Es sabido que la actitud en las gradas, de familiares y amigos, especialmente padres, rallan la mala educación y en ocasiones la violencia tanto verbal como en determinadas situaciones, lamentablemente, la física y que comprobamos cada vez con menor sorpresa en los medios de comunicación.
Pero no quiero dejar pasar, el inhumano comportamiento de los que deberían ser los formadores de las personas del futuro y que simplemente abogan por ganar el partido, cuando su misión, es más que 3 puntos o un puñado de goles. Ellos son el espejo en el que se reflejan los valores que deberían enseñar y que en algunas ocasiones desdeñan.
La situación, es muchísimo más grave, cuando eso es fomentado por alguien de un cuerpo técnico, octogenario para más señas y que busca el enfrentamiento con burdos embustes, con homónimos del equipo adversario. Si a eso, le añadimos que forma parte de la entidad deportiva emblema de la ciudad y la experiencia que tiene en el puesto, debería hacerle recapacitar su forma de actuar, lejos de toda lógica.
Fomentando el enfrentamiento, la mala educación y que el fin, justifica los medios. Cuando no todo vale, si estamos educando.
El perdón, aunque en repetidas ocasiones llega tarde, ya que debe comprender su función dentro del cuerpo técnico y los valores que desprende.
Personalmente muy defraudado por la pertenencia de este tipo de personas, en la entidad que representa en mayor medida a la ciudad.
Seguiremos luchando por erradicar comportamientos similares, tóxicos y aberrantes para la práctica de un deporte tan especial como el fútbol.