Spain is different

Como el mantra que tienen los turistas para visitar nuestro país, España es diferente en todos los sentidos, tanto para bien como para mal.
Vivimos en un país que hace las cosas de manera distinta al resto y obviamente, a nivel deportivo no podía ser de otro modo.
Futbolísticamente somos campeones en todas las categorías de base, a nivel europeo y también a nivel mundial.
A pesar de la incompetencia de nuestros dirigentes de la RFEF, los cuales desfilan con mayor asiduidad por los juzgados debido a las causas pendientes ante la justicia, que por sus despachos de la ciudad del fútbol sita en Las Rozas.
Pero si hay algo en lo que no somos campeones y hasta que no lo rectifiquen, jamás lo seremos, es en la equiparación de los equipos locales ante los equipos «grandes» que tienen equipos de su estructura, convenidos o filiales en categorías profesionales o semiprofesionales.
Estos conjuntos, están «robando» plazas a conjuntos locales, que para ellos llegar a esa categoría supone muchísimo esfuerzo económico y es todo un hito o (aún peor) son históricos del fútbol, que han caído por arte de «birlibirloque» a estas divisiones y están tratando de llegar al fútbol profesional nuevamente.
El lector podrá ver a que me refiero, comprobando la lista de equipos con un pasado mejor, nuevos ricos o bien allegados a la categoría en primera RFEF.
Todos ellos, luchan económica y deportivamente con equipos filiales de primera división, que les quitan puntos en el peor de los casos (con lo que puede suponer a final de liga) o jugadores en los mercados de fichajes, que prefieren cobrar mayores emolumentos, a sabiendas que únicamente están en el filial de turno de paso, ya que jamás, podrán acceder al primer equipo y su misión es llevar a ese equipo a la categoría de plata de fútbol español, para foguear a perlas de la cantera y que así el salto a la primera sea menos empinado.
Esto tendría arreglo, si los dirigentes en vez de «tomar prestado» algo que no es suyo, les diera por trabajar en pro de beneficiar a los equipos pequeños, más allá de darle su parte de pastel del Pseudotrofeo de Arabia (un país donde no respetan al ser humano), con mayor número de equipos en esas categorías.
Eso fomentaría una mayor afición al equipo local y más inscripciones en las escuelas locales, lo que rendiría un mayor nivel económico en todas las vertientes, desde el apoyo institucional a los posibles patrocinadores.
El ejemplo lo tenemos bien cerca, una liga de filiales, como sucede en otros países tales como Inglaterra o Alemania e incluso Italia.
Al igual que se formó la Liga nacional juvenil, se puede organizar una de filiales. De este modo, quizás si caes en el pozo del fútbol semiprofesional, no tardarías en volver más de una década y es que ya se sabe no compites en igualdad de condiciones antes tales estructuras, que captan talento desde edades tempranas para obtener rédito económico a futuro.
Por eso como siempre digo, tiene mucho mérito…
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