Las prisas nunca fueron buenas consejeras.
Los que nos criamos, conciliando el sueño mientras escuchábamos al maestro de maestros, al adalid de las ondas, al que iba con la verdad por delante, cayera quien cayera. Nos familiarizamos con una frase suya que hizo fortuna: «Las prisas nunca fueron buenas, solo lo son para los ladrones y los toreros malos». Esa coletilla, ha sobrevivido hasta nuestros tiempos, a pesar de la polémica con la tauromaquia.

Adaptada al mundo del fútbol, no podemos ignorar, que hacer las cosas con celeridad, queriendo saltarse determinadas etapas y normas no escritas, nos puede generar una ansiedad por querer llegar al objetivo por la vía rápida, con los problemas que ello puede conllevar.

Cierto es, que El Hércules, lleva muchos, demasiados años, en categorías infames para la historia y la repercusión de un equipo como el alicantino. Pero querer recurrir a llegar al fútbol profesional, de la manera tan burda e ilógica con la que se hacen las cosas, sobre todo en los últimos años, carece de todo sentido común y puede arruinar una temporada que parecía de transición y crecimiento en pos de próximos objetivos, tras el conocimiento de la nueva categoría.

Dicho esto, se debería valorar desde la dirigencia, que quizás la oportunidad que nos brinda la liga es única, por la igualdad de la misma, pudiendo ascender de manera directa, con escasos retoques en la plantilla, no teniendo que gastarse un dineral para conseguir el anhelado ascenso o con la corrección en determinados puestos, que una y otra vez nos lastran a la hora de puntuar como foráneo.

Quizás ha llegado el año, en el que se debe afrontar un objetivo que no era prioritario a principio de temporada. 

Para ello, el capitán del barco debe abordar las vicisitudes y ser valiente a la hora de plantear los partidos y demandar nuevos recursos que ayuden en la consecución del objetivo mínimo planteado y quien sabe si algo más.

Si no teníamos tensión suficiente. Esta semana, nos levantamos con unas declaraciones en las que el máximo responsable, echó queroseno a las aspiraciones del equipo, incitando a que se tenía prisa por volver, importándole un comino, la presión que le estaba metiendo a la plantilla para retornar al fútbol profesional.

Todo en la vida lleva un orden y como tal hay que ir paso a paso, sin querer adelantar las distintas etapas.

No debemos ni siquiera plantearnos el hacer el km 40 antes que el 1. Sólo de esa manera, seremos conscientes de lo que debemos hacer para cumplir.

Como dijo un filósofo metido a entrenador, hay que ir partido a partido y para ello los focos deben estar alumbrando a la visita al estadio El Palmar, de donde deben volver si o si, con el botín de los 3 puntos.

Entonces y solo entonces, ya tendremos prisa porque llegue el próximo partido de liga.