El bien y el mal

El bien y el mal, el blanco y el negro, el Ying y el Yang, la cara y la cruz. Todo en la vida tiene 2 partes, en cualquier cosa que se precie.
Si hablamos de nuestro querido Hércules C.F, todos y cada uno tendremos una percepción diferente sobre que es bien y que es mal.
Desde el metaverso que lo rodea, casi todos coincidimos que en las dos últimas décadas se ha trabajado no mal, sino de manera horrorosa, siendo el principal causante el propietario con decisiones capciosas y carentes de lógica y de ahí el resultado, la caída al más duro de los infiernos, para desgracia de los seguidores del equipo alicantino, que comprobaban como año tras año, aún se podía hacer peor.
Pues bien, cuando parecía que empezaban a hacerse las cosas con sentido, a base de tesón, lucha y mucho trabajo. De ahí el resultado obtenido en esta última temporada, con una dirección deportiva y un entrenador que colaboran y trabajan de manera conjunta por el bien del equipo. Compruebo personalmente que siempre quedan resquicios para tomar malas decisiones como antaño.
El despedir a jóvenes jugadores que a mí entender no han tocado techo y que pueden dar bastante más de lo realizado hasta ahora, dejando en plantilla a veteranos que no tienen visos de mejora y que ya han hecho lo máximo que podían hacer en el fútbol, creo que es un error que nos puede pasar factura y máxime cuando los que han partido tenían contrato en vigor y ni por asomo se les había pasado por su cabeza el abandonar la disciplina Alicantina, como así lo han hecho ver, a través de sus declaraciones.
Especialmente se va a echar en falta a uno de ellos, un jugador que se ha multiplicado dando todo lo que tenía, independientemente en el puesto que le tocara jugar.
Espero que hayan sido decisiones consensuadas con el míster y no caprichosas del mandamal o de la persona en la que delega. Aunque todos conocemos que siempre la última palabra la tiene el mismo…
El míster no va a levantar la voz, ya que como bien sabemos es la pieza más frágil del mecano, pero me escama que no ha dado una sola declaración, cuando ya se llevan unos cuantos días de pretemporada.
El bien y el mal, cada uno tiene su opinión, el blanco y el negro, el ying y el Yang.
Todo bien o todo mal…
Al final el tiempo es ese inescrutable juez que coloca a cada uno en su sitio.